En los últimos años, el Delic, en la Costanilla de San Andrés, 14 (Latina) se ha ido ganando un lugar señalado en la competición por el mejor mojito de la ciudad. Sin entrar al análisis fíno, lo cierto es que ofrecen tanto mojitos como caipirinhas muy golosas, en torno a ocho euros, pero sobre todo destaca el ambiente del local, su gente, la animación y la decoración de tipo colonial. Es otro de esos bares que tienen el problema de morir de éxito, por lo que se recomienda ir a las horas menos transitadas.
Y una última sugerencia ‘mojitera’ en un sitio que no deja lugar a dudas de su especialidad: El Mojito, en Lavapiés (calle del Olmo, 6). Lo preparan cubanos, lo que da un toque genuino a la cosa, y sus precios son bastante asequibles en un tiempo en que se crean burbujas hasta en los cócteles. Y también el Centro Cubano, en el Barrio de Salamanca, y los que preparan, en ambiente hípster, en La huida, de la calle Colón (Malasaña).