También destacan los retratos de gente “herida, desgastada”, que tanto fascinó a Strand, que trataba de retratarlos sin que fueran conscientes, para preservar así la pureza y evitar cualquier artificio o actuación. Para ello, tenía incluso una técnica, con un objetivo falso con el que supuestamente retrataba a sus personajes, cuando en realidad lo estaba haciendo desde otro colocado en los pliegues de la manga de su abrigo.
“Yo sentía que todos eran gentes golpeadas por la vida, individuos extraordinariamente interesantes, nobles incluso”, decía, de esos desharrapados de la dura existencia neoyorquina de la primera mitad del siglo XX.
Además de esa vida americana, también se puede observar el trabajo que luego integraría ambiciosos libros de fotografía, como el de ‘La France paysanne’, en las que actuaba digamos como un escritor que en vez de palabras usa imágenes. Muchos franceses reconocieron que había logrado capturar la esencia de Francia con esa obra. Y la proyección de su documental ‘Manhatta’, así, sin ene, sobre ese ritmo ya acelerado de la Gran Manzada en los albores del siglo pasado.
Hasta el 23 de agosto en la sala de la calle Bárbara de Braganza, 13, con entrada libre. Lunes de 14h a 20h y resto de días, de 10 a 20h. Domingos y festivos de 11 a 19h. Aprovecha tu estancia en nuestro hotel de arte en Madrid y disfruta de esta interesante exposición.