Madrid, crisol de las españas gastronómicas

Como aquel entrañable parque temático de Barcelona, Poble Espanyol, Madrid tiene algo de crisol de las distintas españas. Sigamos esa pluralidad a través de las distintas escuelas culinarias regionales que se dan cita en la ciudad.

Punto de encuentro de emigrantes de otras regiones menos prósperas, en Madrid florecieron cocinas de lugares tan dispares como León. Cercano a la calle de San Bernando, en la calle Cruz Verde 16, se encuentra El Boñar de León. Que nadie espere alta cocina en un local que no destaca por lo delicado de su decoración, pero sí por las generosas, excesivas casi, raciones gratuitas que acompañan la tapa. Ideal para los días en que uno no quiera gastar más de la cuenta y no esté para grandes sutilezas. El cocido es inmenso en cantidad y los embutidos, típicos de León, también tienen su interés. Pero, recordamos, no es el lugar en el que pedirle la mano a tu novia, quedan ustedes avisados.

De León a Andalucía, a la Casa de Granada, recientemente rejuvenecida. Situada en un sexto piso de la calle Doctor Cortezo 17, cerca de Tirso de Molina, ofrece ahora un aspecto ‘modernete’ en su interior, aunque su verdadero valor está en la terraza y en las vistas al viejo Madrid. Ideal para tomarse la granadina cerveza Alhambra acompañado de la correspondiente tapa o ración. Es conocido por su terraza con vistas a los tejados del centro de la ciudad, un rasgo que comparte con el Hotel Moderno, con una fantástica terraza desde donde se ve todo lo que pasa por el centro de Madrid.

Ninguna región se queda sin representación en Madrid y Extremadura no es una excepción. En los dos locales de Taberna de Conspiradores (Cava Baja 7 y Moratín 33) se sirve una cocina extremeña que sus dueños definen como “sorprendente”. Variedades de quesos, como la cremosa y típica torta del Casar, platos de cerdo o magro adobado y una serie de chorizos y productos ibéricos de matanza que es cierto que sorprenden por la textura y el modo en que se deshacen en la boca. La implicación que ponen sus propietarios, con toques personales, buena música, aporta un toque de alma que no se encuentra en las clásicas franquicias para ‘guiris’.

Y terminamos este recorrido por las gastronomías regionales de nuestra España plural en El Caldero, en la céntrica calle de Huertas, 15. Un local con una carta muy bien nutrida en el que se puede degustar, entre otras especialidades como la fideúa de marisco, el sabroso y minimalista arroz caldero.

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